
A
diez meses para que el alcalde de Juliaca, Oswaldo Edwin Marín Quiro, deje el
cargo, la ciudad calcetera no cambió en nada. Proyecta la misma imagen de hace
20 años.
La República hizo un recorrido por algunas de sus vías. La basura, la inundación de calles con el agua de lluvias, delincuencia y el comercio ambulatorio son la marca registrada de esta ciudad puneña, otrora cuna de los comerciantes del sur.
“Es
terrible lo que estamos viviendo. Parece que no tenemos autoridades. Uno camina
sobre basura, calles en mal estado y nadie dice nada. No sabemos dónde
quejarnos”, aseguró Rita Ardiles, una vendedora de frutas en la denominada
salida al Cusco, avenida para enrumbar no solo a la Ciudad Imperial,
también a otras provincias puneñas. Esta vía parece bombardeado. Los choferes
tienen que sortear grietas que rebalsan con agua de lluvia y desagües. Los
transeúntes fácilmente no pueden cruzar la pista de un lado para el
otro.
Aquí
se intentó construir un baipás para mejorar la transitabilidad. Lo único
que se levantó fueron las columnas de concreto. La obra se puso en marcha en la
gestión de David Mamani Paricahua, quien murió en el penal de Yanamayo.
Los
trabajos quedaron paralizados en 2013. Hubo una serie de anomalías en el manejo
financiero, además no había expediente técnico.
La
salida Cusco es una zona netamente comercial. En el lugar se abordan unidades
para la mayoría de provincias de la zona norte de Puno, incluido las regiones
Cusco, Madre de Dios y Apurímac. Por eso también el comercio es un desastre.
Los vendedores ofrecen toda clase de productos en medio de excrementos.
“Yo
creo que el alcalde está haciendo poco por la ciudad. Así nomás estamos”,
aseguró Anastasio Trujillo, vendedor de revistas en la salida Cusco. Cerca a él
decenas de niños juegan en un tobogán que tiene como base un colchón de basura.
La
ausencia de autoridad no solo se ve reflejada en la falta de obras. También en
falta de principio de autoridad. El parque “Las Collas” ha sido convertido en
una enorme cocina por los mendigos que pululan por la zona.
Las
principales calles y avenidas por estos días lucen anegadas por las intensas
lluvias. Se pensó que el problema se solucionaría con la obra “Drenaje Pluvial
de la ciudad de Juliaca”. El proyecto, que era ejecutado por el Consorcio Uros,
quedó paralizado por incumplimiento de plazos y corrupción. El Municipio de San
Román Juliaca informó que la obra será continuada por el Ministerio de Vivienda
y Construcción.
La
basura es otro de los problemas que aqueja a Juliaca. En varios puntos uno se
encuentra con montículos de basura. La Dirección de Salud Ambiental de la
Dirección Regional de Salud de Puno (Diresa) detectó 108 “puntos críticos” de
“riesgo sanitario alto” entre enero del 2016 y enero del 2017. El panorama no
ha cambiado a la fecha. La ciudad produce 250 toneladas de residuos sólidos.
Solo se recoge el 60 %. El resto se pierde en la vía pública. El 100 % de la
población se dedica al comercio y actividades conexas. Los comerciantes
literalmente tienen tomada la vía pública. No hay calles en donde los
ambulantes reinen sin que nadie pueda decirles nada. El municipio quiso
ordenarlos pero respondieron con paralizaciones. El mal estado de las vías es
otros de los grandes problemas de Juliaca. La mayoría de vías presentan baches.
Sus principales vías troncales se encuentran en mal estado. Juliaca desde al
aire parece una ciudad bombardeada. In situ en
una zona ingobernable.